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4.2 La planeación y la organización de los procesos técnicos

 

La planeación    técnica es el paso donde se detecta una necesidad o un interés que pueda llevar a la elaboración de un producto o servicio que los satisfaga. En sentido estricto, abarca todo lo relacionado con la previsión de los insumos, las herramientas, las máquinas, los instrumentos y los recursos humanos que necesitará el sistema técnico para su operación; además, incluye la definición de los procedimientos técnicos que se seguirán para  a transformación de esos insumos.
 

En resumen, es en la etapa de planeación en la que se definen las estrategias y las  políticas que servirán para cumplir los objetivos de un sistema técnico. 

 

Sin embargo, quizá los temas de mayor relevancia para la planeación técnica se relacionan con el entorno:
•     La planeación debe tomar en cuenta los insumos y los recursos humanos con los que se cuenta en la zona.
•     Asimismo, deben integrarse las medidas precautorias indispensables para preservar el equilibrio ecológico.

 

Organización de los sistemas técnicos


Una vez planificados todos los elementos que harán factible la transformación de insumos en artefactos o servicios que satisfagan una necesidad social, puede ponerse en marcha el sistema técnico apropiado. Para ello, es indispensable organizar el proceso productivo con el fin de que se aprovechen los recursos de manera óptima. 


En general, la organización de los procesos técnicos permite determinar la secuencia en que se realizará cada una de las acciones que integran el proceso productivo y satisfacer las exigencias de recursos naturales, energía, recursos humanos y medios instrumentales necesarios  en el momento oportuno.

 

Para una correcta organización de un proceso técnico, suele recurrirse a tres preguntas relacionadas con las tareas específicas del trabajo propio del sistema técnico: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?

 

 

La organización y la administración de un proceso técnico deben tener todos los elementos que intervienen en él. para obtener los resultados que se pretenden.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una vez determinadas las necesidades que habrán de satisfacerse mediante un sistema técnico, elaborados los planes de trabajo y producción y establecidos los principios de administración y organización de un proceso técnico, se está listo para ponerlo en funcionamiento.


El propio proceso de producción de un sistema técnico está dividido en dos áreas: la ejecución de las acciones técnicas que permiten transformar las materias primas en artefactos y servicios, y el control estricto de cada una de las etapas para el logro de los objetivos de una empresa.


La etapa de ejecución se inicia cuando una persona con amplios conocimientos técnicos, delega funciones en una herramienta o máquina para transformar, mediante la aplicación de una fuente de energía, las materias primas en objetos o servicios terminados.

La administración se asegura de que una tarea se está ejecutando correctamente por medio de la aplicación de medidas de control. 

Por otra parte, más allá del estricto control de calidad de los artículos o servicios producidos, también está el control general del proceso productivo, que incluye elementos como el flujo de recursos, el control del personal y, sobre todo  la aplicación de la normatividad y la seguridad e higiene.

 

 

 

La planeación debe incluir los factores de detección de necesidades y de diseño del proyecto. Un factor adicional que merece especial atención es la elaboración del presupuesto.


Un presupuesto es un cálculo anticipado del costo de un producto o servicio y es fundamental para determinar el precio de venta. 

En un presupuesto se precisan siempre los gastos directos o indirectos en que incurrirá la persona o la empresa que habrá de crear el bien o el servicio.

 

Por supuesto, los gastos directos son los visibles e inmediatos que deben hacerse. Los gastos indirectos, que son los que no se relacionan directamente con la elaboración del bien, pero que deben hacerse para la operación del sistema técnico. Por ejemplo, el pago de los servicios que se contratan para el funcionamiento del taller (renta del local, luz, agua, teléfono, pago de empleados administrativos).

 

Una vez que se tiene el presupuesto de un producto o servicio es posible establecer su precio de venta. Como es natural, si en una carpintería se gastan quinientos esos en construir una mesa, sería ilógico que se cobraran quinientos pesos o menos por hacerla.
Al fijar un precio de venta, todas las empresas buscan obtener un beneficio económico, denominado ganancia neta, que es la diferencia entre el precio al que se vende un producto y el costo de elaborarlo.


 

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